Aunque parezca una obviedad, el objetivo principal a la hora de comprar gafas es corregir los defectos de nuestra visión. En principio esa fue la razón por la que visitamos al oftalmólogo o al optómetra: veíamos borroso de cerca, veíamos desenfocado de lejos, sentíamos un cansancio mortal en los ojos luego de llevar a cabo la más mínima tarea, o cualquier otra entre las decenas de deficiencias que por el tiempo o la sobrecarga resultaron afectando nuestra visión. 

De tal forma que, si el objetivo más importante es corregir estos defectos, necesitamos saber cómo es que las gafas van a cumplirlo. No está demás aclarar que unas gafas lindas y que se adecúen perfectamente a las facciones de nuestro rostro no van a mejorar nuestra visión, pero sí nos facilitarán el sentirnos cómodos todo el tiempo. 

Pues bien, no es ningún secreto que los lentes son aquello con lo que vamos a poder ver el mundo sin ningún tropiezo. Allí es donde descansa la fórmula que el profesional en salud visual nos formuló cuando realizó nuestro examen de los ojos y es allí en donde se juegan nuestras posibilidades de acceder a un mundo menos borroso. 

Son los dos tipos de lentes más usados que pueden corregir nuestras deficiencias visuales: los monofocales y los progresivos.  

• Lentes monofocales

Son lentes que tienen la misma graduación en toda la superficie del cristal, esto lleva a que cumpla el objetivo de corregir un solo defecto de visión. En otras palabras, estos lentes solo sirven para cumplir una única función y son ideales para personas con solo un problema visual, sea miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.

Ahora bien, cuando los lentes monofocales son usados para otro fin diferente al que tratan, puede darse el caso de que no haya ningún cambio en la visión o de que esta empeore. Es decir, cuando los lentes que están pensados para corregir problemas de visión a larga distancia son usados para ver a corta distancia, puede que no haya ningún efecto -ni positivo, ni negativo-, como puede que la visión de cerca empeore porque se está llevando a cabo un esfuerzo con lentes que no fueron pensados para ello. 

• Lentes progresivos

Estos lentes cumplen dos funciones al mismo tiempo: corregir defectos de visión a diferentes distancias y facilitar el descanso en la lectura frente a libros o pantallas. Los lentes progresivos son una evolución de los lentes bifocales, tan de moda hace algunos años en los adultos mayores, cuya línea divisoria en la mitad del lente permitía que con la parte superior del lente se corrigieran problemas de visión a larga distancia y, con la inferior, a corta distancia. 

Los lentes progresivos siguen cumpliendo la misma función, solo que la línea divisoria ya no es necesaria. Esto debido a que son lentes inteligentes y en la misma superficie se reparten las graduaciones necesarias para corregir diferentes problemas de visión simultáneamente.

Asegurarse de elegir el tipo de lente adecuado es esencial para alcanzar una visión clara y cómoda. En Óptica Ancar, estamos aquí para ayudarte a encontrar las gafas ideales para tus necesidades. Agenda una cita para tu examen visual y descubre cómo podemos mejorar tu calidad de vida a través de la visión. ¿Listo para ver el mundo con claridad?